La supervisión del Community Manager

Todos los expertos de este sector, conocen la labor del community manager dentro de una compañía. Saben la importancia que conlleva personalizar las publicaciones de tu empresa, la capacidad de análisis para extraer datos de tu comunidad ¡información tan importante que no tiene precio! incluso darle visibilidad al producto/servicio que ofrezcas y posicionarlo de manera adecuada. Son muchos los posts que hablan sobre ‘El rol del community Manager‘ como por ejemplo el de mi compañera Ana Acevedo (@Anaacedel), pero esta vez me iré atrás en el tiempo, me colocaré entre el CM y su supervisión en las primeras semanas de relación empresarial.

Para tener un nexo de unión muy muy fuerte, con la figura del community manager entre empresa y clientes, hace falta recorrer un camino del que no se habla demasiado. Todo comienza con un…

¡¡Felicidades, estás contratado!!

Estas son las primeras palabras que oyes, luego estrechas la mano para cerrar el trato y acto seguido, te presentan a todos los integrantes de los distintos departamentos. Uno a uno, te van dando una cordial bienvenida al equipo (es vital tener una buena relación con ellos). Te preguntan, – ¿Y tú que llevas las redes sociales? Pues mi hija lo hace estupendamente eh…-Sí, las lleva perfectamente, pero un community manager no solamente se queda ahí, va más allá (pero eso ya es otro tema). En las primeras semanas te acoplas a tu puesto de trabajo, realizas o sigues las directrices del plan social media de la empresa, te organizas los días, construyes contenido de calidad y llegó la hora de publicar. Al principio lanzas contenido, creas y organizas la comunidad, cuando de repente llaman a tu puerta.

Toc Toc Toc. Es tu supervisor, ha visto que además de contenido relevante y de calidad, hay contenido que no le gusta, publicaciones que «no son de la incumbencia de nuestra comunidad» o inapropiados en su opinión. Quiero destacar que ante todo hay que ofrecer respeto a tu supervisor, y por supuesto, cumplir las órdenes.

Es aquí donde me detengo, en este punto en el cual el CM en su interior pide confianza y el supervisor pide disciplina. Es un momento incómodo, ya que ambos podrían tener su parte de razón. Para saber llevar la situación «por buen cauce» y que ambos se sientan satisfechos con la solución, os entregaré la llave maestra con una serie de recomendaciones a seguir tanto si estás en un punto u otro de la relación.

¿Eres supervisor de tu community manager?

No seas duro, trata el tema con naturalidad.
Expón el motivo de tu preocupación para que tu CM se ponga en tu lugar.
Dedica unos minutos diarios en hablar personalmente con tu CM para acordar directrices, informarle de novedades e información que poder entregar a la comunidad.
Felicita a tu CM cuando se produzcan casos satisfactorios y de valor para la compañía. Así sabrá también cuál es el camino correcto.
Trata a tu CM como un trabajador más, no es menos que el contable o el diseñador gráfico, ni tampoco más, ¡ojo!
Con el tiempo, deposita una mayor confianza en tu CM.

¿Eres Community Manager y tienes supervisor?

Respétalo ante todo.
Empatízate con tu supervisor, ya sabes, ponte en su lugar.
Cumple sus directrices.
Escucha, opina con educación.
No guardes rencor, no te guardes nada dentro, comunica los problemas que surjan allí cara a cara.
Agradece toda la información que recibas desde «arriba» así como las felicitaciones.
Adapta la estrategia a lo que te pidan, aunque tengas que modificar el plan social media estipulado.
Libérate, no te sientas encadenado.
Y ahora sí, realiza la impresionante labor del community manager.